La jinete tica Claudia Romero Chacón volvió a pasar por el quirófano debido a las fracturas de gravedad que presenta por el accidente que sufrió con su caballo Dorado -quien murió en el lugar-, en los Juegos Ecuestres Mundiales en Normandía, Francia.
Su esposo, Juan Diego Villegas, quien también integra la delegación, reportó que “Claudia se ha mantenido estable. Hoy (ayer) tuvo un escaneo completo, y afortunadamente no ha habido ningún sangrado, lo cual es alentador. Por esto se llevará a cabo una cirugía mañana (hoy) a las 8 a.m. (12 medianoche de Costa Rica) para remover la asistencia de coagulación que tiene el hígado y al mismo tiempo trabajar en la reparación de las fracturas. La besuqueé, le canté, le puse audio de Montse y Marcelo... por primera vez escuché al doctor las palabras 'es una buena noticia'. Día clave de muchísima oración”.
Romero fue operada de emergencia el jueves tras el trágico accidente. Producto del choque montada en su caballo contra un árbol sufrió lesión de hígado, se le colapsaron los pulmones, tuvo una hemorragia en el bazo y fracturas en la cara.
SE PUDO EVITAR
La Federación Ecuestre Internacional está investigando el accidente y barajan varias versiones de lo que pudo haber sucedido.
Pero para Martín Salazar, integrante de la delegación, el accidente se pudo evitar; esta conversó con DIARIO EXTRA.
Él cabalgaba minutos atrás cuando Claudia perdió el control de su caballo y se accidentó. En ese instante vio un animal tirado y personas asistiendo a un participante, sin percatarse que se trataba de su compañera.
“Dos días antes de la carrera llovió muchísimo. Con esto, ya se sabía que las condiciones de la pista iban a ser complicadas. Adicional a esto la noche y madrugada de la carrera continuó la lluvia. En palabras de los jueces, la pista era 'una técnica para buenos jinetes'. Con la lluvia y al ver que la pista se encontraba en pésimas condiciones, el jefe del equipo de Qatar le pidió a otros jerarcas de equipos que apoyaran la moción que iban a presentar para reducir la velocidad mínima de 15 km/h a 14km/h. Esta fue denegada por el comité organizador y la competencia tuvo que realizarse a altas velocidades.
A esto se le sumó que eran 173 caballos pasando por un trillo angosto embarrealado”.
Salazar cree firmemente que el percance se pudo evitar. “El hecho de tener la velocidad mínima en 15km/h, significa que tenemos que correr a 16 o 17. Esta velocidad requiere que galopemos en varios sectores, y la condición de la pista requería que camináramos en muchas partes del trayecto reduciendo la velocidad y siendo eliminados de la misma por competir muy lento”.
