El resonado Informe de los 100 días del presidente Luis Guillermo Solís, estuvo lejos de cumplir las expectativas con las que fue anunciado, así lo concluye la politóloga Vanesa Calvo.
Más que una rendición de cuentas, fue un texto de denuncias, fue como escucharlo nuevamente en la contienda presidencial.
“No hay diferencia entre el discurso de campaña, el de el 8 de mayo, y el que presentó como Informe de los 100 días” enfatizo Calvo.
Para la experta no es normal que una audiencia estuviera tan estimulada ante un discurso, lo que le sugiere “que invitaron a los aduladores del Presidente, y unos cuantos que nos les quedó más que hacerlo, como el caso de los empresarios”.
SIN CLARIDAD
Para la experta “Solís no tiene claro lo que un presidente debe hacer” su función no está en expresar esas denuncias, eso le corresponde a la Controlaría General de la República, y a lo diputados, pero en todo caso.
“Si va a denunciar debió haber dicho ya presenté las denuncias respectivas al Ministerio Público. Si no, podría quedar hasta como un charlatán” sostiene Calvo.
Además de los casos expuestos asegura no son novedosos, es una realidad de corrupción que los ticos tienen claro, al parecer él único que no lo sabía era el mismo Solís, lo que genera desconfianza en quienes votaron por él.
Insiste en que la forma en la que presentó este informe, nuevamente revela “la falta de capacidad efectiva gerencial y de liderazgo del Presidente”, que para empeorar las cosas, según sostiene está lleno de asesores .
SALIR DE LA DEMAGOGIA
Calvo insiste en que el mandatario debe salir ya de la demagogia, si no se le va a pasar una factura muy alta, porque entre lo poco positivo que encontró del informe es que “a partir de este momento el tico puede exigirle con propiedad acciones”.
Eso sí, enfatizó su preocupación, en la forma en la que Solís se ganó rencillas con los partidos políticos, los mismos con los que tiene que negociar para lograr avances en el Congreso.
