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Sucesos

Amenazaban vendedores de órganos para callarlos

  • A Mora Palma lo detuvieron el año pasado. Quedó en libertad tras el pago de ¢100 millones. (Foto archivo)

  • Además de Mora Palma, tres médicos más fueron detenidos y acusados por la Fiscalía contra el Crimen Organizado. (Foto archivo)

  • En total 14 riñones se trasplantaron a pacientes en su mayoría israelíes, según el Ministerio Público

  • Una pareja tica detenida en Tel Aviv originó la investigación que concluyó con la detención de Mora Palma. (Foto archivo)

Las víctimas de la presunta banda criminal dedicada al tráfico de órganos en el Hospital Calderón Guardia fueron amenazadas y hasta les ofrecieron dinero para que no declararan sobre lo sucedido, según la investigación del Ministerio Público bajo el expediente 13-000227-1219-PE, del cual DIARIO EXTRA tiene una copia.

 

La Fiscalía Adjunta contra la Delincuencia Organizada informó que presentará la acusación contra cuatro médicos de apellidos Mora Palma (exjefe de Nefrología del Calderón Guardia), Mauro Stamati, Fonseca Guzmán, Monge Monge y un griego de apellidos Katsigiannis Karkasi, dueño de una pizzería en los alrededores de ese policlínico, la primera semana de setiembre.

 

La oficial de la Fuerza Pública detenida junto a estas personas, apellida Cordero Solano, se acogió al criterio de oportunidad y está ofrecida como “testigo de la corona” por parte de la Fiscalía.

 

Los demás detenidos cuentan con medidas cautelares de presentarse a firmar a los tribunales y de no acercarse a las víctimas. Mora Palma fue detenido en junio del año pasado y a los demás los capturaron cuatro meses después.

 

En un total, la investigación estableció que fueron 14 las víctimas por su condición de pobreza y necesidad. Los montos que les pagaron por donar el riñón oscilaban entre ¢3 millones y ¢10 millones.

 

 

RIESGO PARA PERSUADIRLOS

 

 

La Fiscalía determinó en su investigación, de la cual DIARIO EXTRA tiene una copia, que las 14 víctimas corrían peligro y existía un riesgo para “persuadirlos” a cambiar su declaración porque existían miembros del grupo, tanto en Costa Rica como en Israel, que no habían sido identificados y “...que cuentan con gran capital económico”.

 

Dos de los “donantes”, de apellidos Solano Quesada y Barquero Aguilar, aseguraron a la Fiscalía que Mora Palma les ofreció dinero para que callaran lo ocurrido y no denunciaran los hechos de los que fueron víctimas.

 

“...Incluso los obligó a firmar un documento en el que supuestamente se comprometían a no denunciarlo...”, se indica en el expediente del caso.

 

Un hombre de apellidos Pérez Chavarría explicó que la oficial de la Fuerza Pública detenida fue a buscarlo hasta su casa luego de darse a conocer el caso del tráfico de órganos en el diario mexicano El Universal y le dijo que no hablara porque “...si no ya sabía lo que le podía pasar...”.

 

 

DOCTOR PAGARÍA ABOGADO

 

 

La noticia de que Costa Rica era un país vulnerable para el tráfico de órganos, publicada en el diario El Universal de México, luego de una conferencia médica en ese país, obligó a Mora Palma a convocar a una reunión con los pacientes que habían “donado” su riñón.

 

En la investigación de la Fiscalía contra el Crimen Organizado se establece que el exjefe de Nefrología del Calderón Guardia convocó a los “donantes” apellidados Gil Medina, Garro Prado, Piedra Flores y Navarro Cordero en un consultorio privado donde “...les advierte que no deben hablar con las autoridades si son entrevistados, además les ofrece la colaboración de un abogado que puede asesorarlos en caso de que el Organismo de Investigación Judicial trate de localizarlos...”, se lee en el expediente judicial.

 

“...Mora Palma les explicó que estaban investigando las operaciones, por un comunicado de un doctor que puso la denuncia en una conferencia en México, que los podían llamar a declarar pero que iban a tener asesoría de un abogado que él iba a costear...”.

 

Otras víctimas como un hombre de apellidos Piedra Flores dijo a la Fiscalía que una semana antes de que Mora Palma fuera detenido lo reunió en el consultorio para decirle que había investigaciones sobre los trasplantes y si lo llamaban a declarar debía decir que no lo conocía a él ni a la oficial de la Fuerza Pública.

 

“...Mora Palma les inventó una historia a cada uno, la historia que debían contar a las autoridades, al ofendido le dijo que manifestara haber sido contactado por Facebook...”.

 

 

DETENCIÓN EN TEL AVIV

 

 

Un correo electrónico de la Embajada de Costa Rica en Israel fue una de las piezas claves dentro de la investigación en contra de este presunto grupo criminal dedicado al tráfico de órganos.

 

La comunicación diplomática hacía referencia a la detención, el 19 de marzo del 2013, de dos costarricenses de apellidos Solano Quesada y Barquero Aguilar, esta última una mujer que sería la supuesta “donante” de un riñón en ese país.

 

“...Estas personas fueron abordadas por la policía israelí y al ser entrevistadas no sabían a dónde se dirigían, no llevaban dinero, no tampoco conocían a nadie en el país, esperaban ser contactadas en el aeropuerto...”, se explica en la investigación judicial.

 

La pareja le dio una declaración jurada al cónsul de Costa Rica en Israel en la que indicó que viajó a ese país con la intención de que Barquero Aguilar “donara” uno de sus riñones a cambio de ¢10 millones. A los costarricenses se les denegó el ingreso a ese país y los deportaron.

 

Los dos indicaron a agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que primero fueron contactados por la oficial de la Fuerza Pública y luego por el exjefe de Nefrología del Calderón Guardia, quien se encargó de todos los detalles del viaje a Israel.

 

Según el Ministerio Público, dos hechos más terminan de cerrar el círculo de la investigación para la captura de la presunta banda criminal.

 

El primero fue la extracción del Hospital Calderón Guardia de equipo médico que trasladaron al Hospital La Católica en el 2012 y al parecer utilizaron en un trasplante. 

 

Y el segundo fue la denuncia No.12-000090-0615-PE, interpuesta en la Sección de Fraudes por un hombre de apellidos Pérez Chavarría, quien explicó que hacía tres años vendió un riñón por ¢1,8 millones.

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Miércoles 20 Agosto, 2014

HORA: 12:00 AM

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