Su caminar al lado de los pescadores no es nuevo, más bien lleva nueve años de abogar por este sector, incluso fundó la primera parroquia de comunidades de pesca artesanal. Con un doctorado en teología pastoral que obtuvo en Roma, Gustavo Meneses, sacerdote de la Diócesis de Puntarenas, es el nuevo presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca).
¿Un sacerdote? “No tenemos la costumbre”, pero “en una democracia participativa no debería de haber ningún tipo de privación para algún ciudadano”, respondió.
Meneses recalcó que no hay ninguna prohibición jurídica ni eclesiástica, e incluso “mi vida como sacerdote la continúo”, es decir podrá asumir funciones como confesar, dar la comunión u oficiar misa, lo cual espera hacer prioritariamente los fines de semana.
“Viviré en una casa cural, cuando no esté en Incopesca celebraré misa, atenderé gente, no oscurece mi identidad como sacerdote”, indicó.
Este cura de 47 años nació en Alajuela y desde hace 14 años es padre. Hace cuatro meses trabaja en la Parroquia de Jicaral, donde ha mantenido su trabajo ligado a las comunidades de pesca artesanal.
Aunque reconoce que sobre Incopesca hay muchos intereses de sectores, “no me asusta” administrar la institución. Meneses confesó que aún no ha pensado qué hará con su salario de sacerdote, al cual posiblemente renuncie.
