En cuatro años a Laura Chinchilla le fue imposible convencer a la mayoría de ticos de su gestión como mandataria, sus logros no calaron lo suficiente para que fuera calificada como una buena presidenta.
Para el politólogo Francisco Barahona la razón de esa percepción sobre Chinchilla es que la balanza de sus aciertos y desaciertos la dejan en números rojos. Esa realidad queda evidenciada en los estudios de opinión que hizo públicos la encuestadora Cid Gallup.
Se le consultó a los ticos (con una muestra de más de mil personas, y un nivel de confianza del 95%) ¿cuál era su opinión sobre la forma que desempeña sus labores como Presidenta? Las respuestas fueron incrementándose pero de forma desfavorable.
NÚMEROS ROJOS
Para enero del 2012 un 13 % de los consultados calificaba como “muy mal” su labor, un 20% la definía como mala, un 38% “regular” frente a un 26% que la consideraba “buena” y un 3% muy buena.
Un año después, la percepción de una mala gestión creció a un 25% de los consultados y la calificación de mala se duplicó a un 40%, mientras los que opinaron que hacía una buena labor pasaron a 28% y muy bien 2%.
En su último año, y a solo cinco meses de abandonar la silla presidencial en Zapote, los números empeoraron, en términos de que creció el criterio de quienes le tenían fama como muy mala Presidenta, y redujeron los que creían que hacía una buena labor. En números pasó a 38% señalándola como muy mala, y un 13% como buena.
Según destacó en ese informe Cid Gallup “incluso las mujeres, quienes fueron sus seguidoras más fieles, ya no están satisfechas con la presidenta y son los jóvenes de 24 años y menos los más críticos con su gestión, al igual que los contrarios políticos”.
SALPICÓ IMAGEN
El mal concepto de su trabajo, también dañó la reputación de Chinchilla como persona, que según datos de la misma casa encuestadora, logró repuntar un poco al cierre de gestión. Pasando de un 23% que tenían una opinión negativa sobre ella en el 2010, a un 42% a enero del 2014.
“Los escándalos de corrupción tales como el viaje a Perú, la Trocha, las situaciones presentadas con las concesiones, influyeron en el deterioro de la imagen personal de la Mandataria, la cual se había mantenido al margen de su gestión presidencial”, explicó Cid Gallup.
ERRORES Y ACIERTOS
El experto Francisco Barahona insiste en que son pocos los aciertos, entre los que se puede enlistar los avances en el área de Seguridad. “Aunque no resolvió todo, la percepción de inseguridad mejoró un poco”, apuntó el politólogo.
En el ámbito social, el desarrollo de la Red Nacional de Cuido para Niños y Adultos Mayores, cuyo ejemplo más claro del éxito del proyecto es que haya sido acogido como Ley de la República.
En economía, logró que el país saliera a flote y que los efectos del panorama internacional no tuvieran efectos tan severos, con logros como la reducción de la inflación o costo de vida de los ticos.
Y como cuarto tino de Chinchilla fue el manejo del conflicto fronterizo con Nicaragua, al llevar a las instancias de la Corte Internacional de Justicia con sede en la Haya la disputa.
Respecto a los errores de su gestión, el primero para el experto fue “la percepción negativa en materia de corrupción”, en los sonados casos como el de la construcción de la carretera 1856 Trocha Fronteriza, su viaje a Perú y el manejo de las concesiones y contratos públicos levantaron “sospechas” de manejos irregulares.
Segundo, según Barahona, se equivocó en el nombramiento de su Gabinete, y prueba de ello fue la salida constante de ministros. El tercer elemento con gran peso lo define como la “mala política de comunicación” sumado una posición “poco humilde” de Chinchilla, que finalmente le pasaron la factura en la opinión de los ticos. El analista mencionó como ejemplos el bochornoso episodio de la celebración del 11 de abril del año pasado en Alajuela, en el que incluso la prensa nacional salió golpeada después de que la Presidenta se negara a dar declaraciones, o casos en los que la Mandataria dejaba sin respuesta a ticos que reclamaban por incumplimientos.
Los avances en vivienda también fueron escasos. “No hubo un liderazgo en resolver el tema tugurios” como se comprometió, apunta el experto. Las contradicciones también reinaron en la Administración, asegura que en el tema ambiental mientras promovía un país verde impulsa proyectos como la refinería.
En general, para el politólogo fue un Gobierno decepcionante.
