El principal sospechoso de atropellar y matar a cinco estudiantes del Instituto Julio Acosta en San Ramón de Alajuela, llegó este miércoles a enfrentar la justicia y lo hizo manifestando su desconfianza con su defensor público.
El imputado de apellido Chavarría solicitó le reasignaran a la abogada que le destinado meses atrás, sin embargo un problema de salud de un familiar suyo hizo que esta se incapacitara.
Mientras que Emanuel Retana, su nuevo defensor a partir de este 16 de enero solicitó al tribunal que se pospusiera por cinco días el inicio del juicio con el objetivo de estudiar el expediente y conocer los testigos, petición que acogieron las partes sin ningún problema.
Los hechos por los cuales se acusa a Chavarría se dieron la madrugada del 21 de julio del 2011, cuando los colegiales habían terminado de dar la tradicional serenata de quintos años y se dirigían a una vivienda donde les habían ofrecido un café.
El debate estaba programado para comenzar este lunes 6 de enero pero un retraso por aparentes problemas psiquiátricos del sospechoso, quien es oficial penitenciario, hizo que los familiares de las cinco víctimas mortales se irritaran, sin embargo mediante un dictamen médico forense se constató que está en plenitud de condiciones para enfrentar el juicio.
“El dictamen emitido por siquiatría forense determina que el evaluado conserva el carácter de distinguir lo lícito y lo ilícito de sus actos y está en capacidad de tomar decisiones en el proceso que se lleva”, explicó el juez.
Por su parte Henry Vega, abogado de tres de las familias que perdieron a sus seres queridos, manifestó que el imputado quiere entorpecer el proceso.
“Si no confía en su abogado público que contrate otro, lo que está haciendo es jugar con la justicia, es una táctica y debe hacerle frente a lo que se le está juzgando”, recalcó.
El juicio que se espera finalice el 21 de febrero contará con 31 testigos, los primeros en declarar serían los oficiales del Organismo de Investigación Judicial y de la policía de tránsito.
