Las donaciones son el principal soporte de las asociaciones que surgen para proteger a los animales. Estos grupos organizan marchas, rescatan especies en abandono, los alimentan, les dan atención veterinaria y en ocasiones les buscan casa.
Detrás de cada una de estas entidades hay personas que dedican su tiempo libre o invierten todo su día en estas actividades. Sin embargo, como se dice tradicionalmente en el país “No hay almuerzo gratis”, todo tiene un costo.
El dinero se consigue mediante el aporte de otros individuos, los cuales no se integran totalmente a las organizaciones, pero dan su granito de arena para mantener una lucha que se viene dando desde hace varios años.
PROYECCIÓN
La mayoría de asociaciones que hay en Costa Rica tienen cuentas activas en diversos bancos. De esta forma reciben el dinero con el cual se sostienen.
Darse a conocer es otro de los retos de estas organizaciones. Para lograrlo, utilizan desde las redes sociales hasta los movimientos que se dan para defender las especies.
Los pocos recursos les impide pagar campos publicitarios, por eso, aprovechan toda herramienta a su alcance para ganar simpatizantes que les echen la mano y les ayuden a sobrevivir.
DE TODO
Algunas de las asociaciones son muy nuevas, otras tienen años y han persistido a lo largo del tiempo, pero todas tienen un mismo fin: proteger animales.
La Asociación Nacional Protectora de Animales (ANPA) fue fundada el 11 de enero de 1980, y hasta la fecha se mantiene y es una de las más reconocidas.
Para ellos la educación que puedan dar a la sociedad para proteger y cuidar adecuadamente de los animales es vital, por lo que enfocan sus esfuerzos en este punto.
“La labor de protección animal se hace mediante la educación de las personas para que sean ellas quienes mejoren la calidad de vida de sus mascotas. ANPA refuerza su interés en la creación de políticas públicas nacionales, ofrece servicios de castración, charlas y material educativo, asesoría legal gratuita, campañas de sensibilización e información, así como espacios tendientes a generar y compartir opinión”, expone la organización.
Otras son más jóvenes, pero tienen claro el rumbo a seguir. Por eso, luchan día tras día para tener los recursos necesarios que les permita seguir salvando la vida de los animalitos.
La Asociación Costarricense de Rescate Animal (ARA) se enfoca en salvar las especies. En esta consideran que: “Costa Rica actualmente tiene una cifra alarmante de animales sin hogar y abandonados que en el caso de los perros específicamente ascienden a casi un millón y medio”.
La organización cree que el país debe tener políticas animales las cuales vayan más allá del bienestar psicofísico de estos.
La Asociación de Defensa Animal es otro de los grupos que fomentan la protección de estos. Al igual que los otros dos entes tampoco no cuenta con ingresos fijos, y depende del apoyo de otras personas y empresas.
“Nos dedicamos al auxilio de animales en riesgo y llevamos a cabo campañas de castración para controlar la sobrepoblación de estos. No contamos con refugio, lo cual nos impide recogerlos. Como misión tenemos ayudar a los que se encuentran en desventaja social”, manifiesta la entidad.
POR LOS PERROS
A como existen organizaciones dedicadas a la protección de todo tipo de animal, hay otras enfocadas en una especie. Tal es el caso de Territorio de Zaguates, un grupo que procura mantener a salvo a los perros, en especial aquellos que lejos de ser una raza fina son más de la calle.
“Somos una casa de adopciones dedicada a ayudar animales que se encuentran en situaciones de riesgo. Nuestra labor es ubicarlos en hogares donde se les de el tiempo y el cariño que se merecen”, expone el grupo.
Territorio de Zaguates depende de la caridad de las personas, por lo tanto, también tienen cuentas disponibles para que la ciudadanía les ayude.
¿QUÉ LOS MUEVE?
Quienes protegen los animales no lo hacen por dinero, ni por interés. A ellos los mueve el amor por diferentes especies, el cual los hace despreocuparse de una remuneración y hacer las cosas porque les nace del corazón.
El aprecio por la fauna no crece de un día para otro, este se va construyendo a lo largo del tiempo y perdura para toda la vida.
Los que desde niños crecen con este sentimiento llegan a especializarse en algún campo que les permita tener de cerca a sus “amigos”, así a lo largo del tiempo acumulan decenas de historias. Tal es el caso de algunos veterinarios. Estas experiencias no siempre son gratificantes. Toparse con casos crueles los hace valorar más a los animales e incluso sacrificar parte de su tiempo para atender casos de especial cuidado.
“Tengo 20 años de dedicarme a la protección de los animales, en especial de perros. A lo largo de este tiempo he aprendido mucho de ellos y de los humanos. En ocasiones he tenido que dejar parte de mi vida social y he topado con quienes me juzgan por proteger a estas especies”, manifestó Hellen Chacón, mujer que cuida a estos seres.
Para Sergio González, vocero del Centro de Rescate Animal del Zoo Ave, es inexplicable cómo las personas agreden los animales y los dejan en abandono, por lo cual destaca la unión de esfuerzos para velar por la protección de estos. “Nuestro objetivo es protegerlos, pero necesitamos del compromiso de la población”, dijo González.
PROTECCIÓN SIEMPRE HA EXISTIDO
La protección de los animales no es nada nuevo, desde tiempos antiguos siempre han existido personas que se preocupan por defenderlos. San Francisco de Asís es el ejemplo más claro de eso, pues parte de su vida la dedicó a la protección de estos. Él lejos de tener miedo de las especies más feroces, las protegía y además quiso cuidarlas. La historia cuenta que se hizo amigo de un lobo al que todos los ciudadanos de Gubbio temían.
San Francisco es considerado el patrono de los animales, ya que profesaba por ellos un gran amor y protección.
A LA ESPERA DE LA LEY
Quienes protegen a los animales tienen varios meses luchando para que se apruebe una ley que frenaría el maltrato a estos, pues hay un incremento notable en los casos de agresión.
Este proyecto tiene varios meses en la Asamblea Legislativa, sin embargo, si por la víspera se saca el día, aún durará rato en Cuesta de Moras.
