El ministerio que sueño

Definitivamente con más recursos. Atendiendo principalmente lo estratégico y utilizando sus robustos instrumentos de política pública para orientar y articular la acción de la academia, el sector privado, el gobierno y la sociedad civil. Inspirado e inspirador. Así sueño un ministerio dedicado al conocimiento y la innovación.

Imagino que en el futuro se dará igual importancia y presupuesto a los programas de innovación y emprendimiento que a los de asistencia social.

Que el conocimiento y la innovación se constituirán en verdaderos ejes estratégicos del desarrollo nacional. Que la ciudadanía estará plenamente convencida de esto.

Sueño que pronto se considerará que la mejor política social será aquella orientada a construir una sociedad y una economía basada en el conocimiento, que garantice, entre otras cosas, trabajos sofisticados, dignos y bien remunerados, que aseguren a los ciudadanos la certeza de una vida balanceada y próspera.

Sueño que en el futuro se le dará más importancia al futuro. Que la prospectiva, es decir, la capacidad de visualizar y adelantarse al porvenir, constituirá la base para la planeación e implementación de políticas públicas de largo plazo que trasciendan administraciones. Que la continuidad de cada política, por regla general, dependerá de resultados positivos en rigurosas evaluaciones de impacto.

Imagino una institucionalidad mucho más simple, coordinada y con mayor flexibilidad administrativa. Una institucionalidad dinámica, que sepa y que esté al pendiente de leer los signos de los tiempos para que ante eventuales cambios del entorno o desarrollo de nuevas tendencias pueda adecuar rápidamente sus programas e incentivos.

Imagino una institucionalidad que tenga las facilidades y los recursos para contratar a los mejores profesionales, así como para prescindir de quienes no se comprometan y cumplan satisfactoriamente. Imagino, incluso, una institucionalidad sin temor a reinventarse cuando sea pertinente, que esté plenamente consciente de que, como cualquier organismo vivo, todos nacemos, crecemos y también moriremos.

Sueño que si mañana alguien intentara cerrar ese ministerio, habría miles de ciudadanos manifestándose en contra. Esto porque conocen y valoran positivamente lo que la institución hace, porque saben para qué sirve y la importancia que eso tiene para cada una de sus vidas.

Así, cerca del ocaso de esta experiencia y a manera de aprendizaje, me atrevo a compartir este sueño, considerando, como decía Pedro Calderón de la Barca, que “la vida es sueño y los sueños, sueños son”.

*Viceministro Micitt

PERIODISTA:

EMAIL:

Lunes 23 Diciembre, 2013

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Keilor Rojas Jiménez*