El futuro de los animales que habitan en el Zoológico Simón Bolívar y el Centro de Conservación de Santa Ana generaría una disputa entre diferentes instituciones que se frotan las manos con la idea de tener a las especies en sus recintos.
Aunque ni siquiera se ha definido si la administración de los espacios seguirá en manos de la Fundación Prozoológicos (Fundazoo), debido a que la organización presentó un recurso ante el Tribunal Contencioso Administrativo porque asegura tener contrato hasta 2024, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) fue enfático al decir que no permitirá que los animales sigan en cautiverio.
El día que se anunció que el Minae desea convertir los espacios en biorreservas educativas, René Castro, ministro de Ambiente y Energía, dijo que las especies se trasladarán a refugios, pero desde ese momento muchos zoológicos privados han puesto su mirada en algunos animales para aumentar el atractivo de sus instalaciones.
Aunque la lucha por tener los animales no ha comenzando, a simple vista es el escenario que se prevé para los próximos meses.
Uno de los animales que más causaría revuelo sería el león porque varias instituciones tienen interés en que sea trasladado a un centro en San Carlos, pues es una de las opciones que evalúan las autoridades de Ambiente.
Otro de los lugares que han mostrado su anuencia a albergar a los animales es el ZooAve, en La Garita de Alajuela.
ADAPTACIÓN COMPLICADA
El proceso de readaptación de los animales a un nuevo entorno pone a pensar a más de uno, pues tras tantos años en cautiverio los expertos reconocen que para algunos sería complicado trasladarse a otros sitios y andar en un espacio más libre al estar acostumbrados a un reducto cerrado.
Sergio González, vocero del ZooAve, aceptó que están dispuestos a recibir algunas especies, pero reconocen que algunas deberán quedarse en jaulas, mientras que para otras el proceso de readaptación será complicado.
“Lo que se debería buscar es que los animales que no puedan ser liberados estén en espacios similares a los de su hábitat. Muchas de estas especies estuvieron años de años en cautiverio, por lo que se les debe dar calidad de vida. Los que sí se pueden liberar tienen que pasar por un largo proceso de rehabilitación para volver a la naturaleza”, explicó González.
Además el Minae maneja la posibilidad de liberar algunas especies en su hábitat natural, tomando en cuenta que son unos 400 animales los que podrían tener una casa nueva.
“No deseamos educar a las futuras generaciones de que está bien enjaular una danta, un jaguar o traer un león africano para nuestro disfrute”, comentó Castro.
